jueves, 9 de marzo de 2006

Excitación visible


Autor: Fer

La excitación sexual, por suerte, en la mayor parte de ocasiones, es algo que sucede en nuestro interior. La frase tópica que todos conocemos y hemos leído muchas veces dice: “el cerebro es el principal órgano sexual del ser humano”. Aceptando que esto es así, que lo es; desgraciadamente un encéfalo es un órgano extremadamente discreto, no produce los incómodos y mecánicos latidos de un corazón, no palidece o enrojece como la piel, no emite borborigmos, esos ruiditos que hace el estómago y no cambia de tamaño o de forma como un músculo. El cerebro es silencioso e impasible. El cerebro es un kilo y medio de grasa de lo más inexpresiva salvo para las modernas técnicas de Tomografía por Emisión de Positrones (PET).

Sin embargo la excitación sexual tiene unas manifestaciones espectaculares en los órganos genitales y el spanking es uno de sus grandes estimuladores. Por lo que me cuentan mis amigas spankers, en los hombres spankees, dado lo escandaloso que es el pene en comparación con su primo refinado que es el cerebro, la excitación del momento es difícil de ocultar. Esta excitación puede ser incluso previa a los azotes.

La mujer es más discreta, se parece más al cerebro, sin embargo puedo decir que a mi la más excitante visión de un hermoso coñíto literalmente chorreando me la ha facilitado el spanking. Pocas veces he visto un sexo femenino tan hinchado y tan empapado como cuando he aplicado, supongo que con más suerte que destreza, una buena sesión de azotes a alguna spankee que se los había buscado.

Otro de los prodigios de los azotes eróticos, y por lo que éstos bien valen la pena, es convertir en visible lo invisible.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hombre, invisible, lo que se dice invisible ni recién salido del agua...

Besos