domingo, 21 de octubre de 2007

¿A dónde vamos?


Autor: Ana K. Blanco


Los que tienen la dicha de formar una pareja spanko, seguramente no tengan ese problema. O quizás sí. Pero los que no tenemos una pareja spanko estable, se nos convierte en una dificultad no siempre fácil de resolver. Y que no me digan que no es un problema. ¿A qué me refiero? Pues al lugar donde tener una sesión.

Para comenzar, menudo trabajo nos da conseguir una pareja para jugar spanking. Recorremos los grupos, las webs, los blogs, páginas de contacto, hasta que encontramos a alguien con quien nos sentimos cómodos mutuamente. Luego de determinado tiempo de conversar, chatear, enviarnos mails, concretamos una cita para conocernos personalmente. Llega el encuentro, la primera impresión del otro, comprobar si tenemos “química” o no… y en esa cita o en otras subsiguientes, llegamos a un acuerdo para tener una sesión. Y allí aparece el problema del lugar. ¡Vaya martirio!

Podría ser martirio o no. Conozco amigos spankos que juegan en sus viviendas y no les importa el llamar la atención. Simplemente lo hacen, juegan y punto. Pero sé que no es fácil, que cuesta muchísimo lograr que nos "resbale" el qué dirán los vecinos. A la gran mayoría creo que sí nos importa, entonces el conseguir el lugar apropiado puede volverse un verdadero problema que nos dificulta concretar eso que venimos buscando desde hace tiempo.

Si uno de los integrantes tiene su casa, piso, apartamento o vivienda, puede que ofrezca su lugar o puede que prefiera ir a otro sitio porque no vive solo, porque hay vecinos curiosos, porque no conoce suficientemente a la otra persona y prefiere resguardar su intimidad, o… por el ruido.

He ahí el mayor de nuestros problemas al practicar spanking: el ruido.

Los sonidos que emitimos al jugar nalgadas es muy fuerte, y son pocos los elementos que no hacen demasiado “escándalo” al chocar con nuestra piel. Dentro de los instrumentos más ruidosos están la mano, el cinto, la paleta, el cepillo… por nombrar sólo algunos, que además, a mi gusto, son los más deliciosos. Si la habitación es pequeña y algo cerrada, los sonidos rebotarán en las paredes y resonará más aún, con la consecuencia de que algún vecino de la cuadra o del edificio denuncie a la policía una “riña familiar”, violencia doméstica o algo por el estilo. Si estamos en un hotel común, seguramente el conserje o alguien de la recepción nos llame por teléfono para ver si “está todo bien”, pedirnos que nos moderemos con los ruidos, o directamente sugerirnos amablemente que nos retiremos del hotel.

Claro que también están los paseos, parques, bosques, bancos de las plazas y demás lugares públicos donde, bajo la atónita mirada de los transeúntes y con la continua amenaza de que nos lleve presos la policía bajo el cargo de violencia doméstica, atentado público al pudor o similares, podemos dar rienda suelta a nuestro gusto por las nalgadas. Pero no creo que sea una buena idea, a menos que el spanker nos de unos pocos azotes y salgamos corriendo despavoridos sin dejar rastros en nuestra huída.

¿Cuál es entonces la opción que nos va quedando? Ir a un hotel de parejas, también conocido como hotel alojamiento, hotel de alta rotatividad o similares, donde están acostumbrados a diferentes “ruidos” extraños, además de gritos, gemidos, jadeos… y otras expresiones similares.

También podemos alquilar una cabaña (ayyysssss, eso sí que se los recomiendo. Yo lo probé y fue… ¡inolvidable!) que esté bien alejada, aislada de casi todo, donde no importen los ruidos y podamos “tener la fiesta en paz”.

Última opción que se me ocurre hasta ahora: (aclaro que no me gusta ni me simpatiza, ¿eh?): utilizar instrumentos que no hagan tanto ruido al azotar.

Recomendados de la casa:

*cane o vara de diferentes grosores y largos (aviso: no cuenten conmigo para jugar)
*fusta (no hace falta que me des las gracias, Fer. Tampoco me invites)
*correa (no estoy hablando del cinto del pantalón, sino de, por ejemplo, la correíta de alguna cartera de dama, que sea muy finita y con un alto porcentaje de fibra sintética, o de cuero liso o trenzado, pero creo que es mejor la primera opción.)
*un conjunto de ramita recogidas por el o la propia spankee

Ahora, como hago usualmente, vienen mis preguntas:


¿Cómo se las arreglan ustedes?
¿Dónde tienen sus sesiones usualmente?
A una pareja que sale por primera vez ¿qué sugerencia de lugar le darían para ir?
¿Cuál ha sido el lugar más extraño donde han jugado spanking?
¿Alguna anécdota que quieran compartir?

Gracias queridos amigos por leerme y dejar sus comentarios. Gracias Fer por permitirme seguir escribiendo en este exitosísimo blog, además quiero felicitarte por la permanencia y la impresionante cantidad de visitas que recibes aquí.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Ana, ya echaba de menos leer algo tuyo de nuevo, gracias por volver a "las letras". Un articulo muy bueno y lleno de realidades. Es un verdadero problema la cuestión "acústica". ¿Sitios ideales?, las cabañas rurales (como bien dices tu) y poco mas, así que, se está haciendo necesario que nos juntemos unos cuantos de este "mundillo" y construyamos un hotel "solo para spankos" y a ser posible... construido en las nubes para que tenga mayor movilidad y podamos usarlo desde cualquier continente que lo necesitemos... Por soñar que no quede. Fuera de "fantasías", las montañas son un sitio ideal para ir de excursión y tener una buena sesión de spanking... pero siempre y cuando no haya "loros" que sean chivatos , jajajjajaja, que luego van... y lo cuentan. Un abrazo y felicidades como siempre, (no tardes tanto en aparecer). (Mara)

Anónimo dijo...

Desde luego, los bungalows o cabañas son insuperables. Los hoteles de citas tienen siempre algo sórdido, como aquello de que "en el pecado está la penitencia", un poco a la usanza de los antiguos balnearios (lugares de aguas termales, no playas) en los que la enfermedad y el castigo planeaban como aves rapaces sobre la cabeza de los penitentes enfundados en sus albornoces.

Anónimo dijo...

Desde luego, es una de las cosas que desde mi posición de "creyente pero no practicante" siempre me he preguntado y como dice el tópico, nunca me he atrevido a preguntar. El problema del ruido pienso que es el principal. Por suerte nuestras casas y hoteles cada día están mejor aislados acústicamente. En España ha salido una nueva ley de acústica que está recogida en el Código Técnico de la Edificación de flamante puesta de largo en sociedad que puede llegar a paliar algo esta escasez de lugares idóneos. Según creo, no hay tantas cabañas en el centro urbano de una ciudad como Barcelona para hacer una escapadita "entre horas", por lo que una sesión de estas características, que lo más normal es que queramos que pase desapercibida para nuestro entorno cercano (léase pareja vainilla no liberada, 95% de los casos)no puede durar el ir a 100 km a la cabañita, estar el rato que decidamos y volver a casa.

Anónimo dijo...

Pues las cabañas verdaderamente estan muy bien. Pero en la Calle Colon esquina Fuencarral de Madrid hay unos App. que merecerian una cancion de Sabina.
" Nadie pregunta nada,y la acustica esta resuelta.Los azotes suenan a musica y no es musica de pandereta."
A El/o La que le venga bien la direccion no tiene mas que pedirla.
Doc

Anónimo dijo...

De todas formas en los meublés de Barcelona, no creo que nadie se inquiete por estos pequeños sonidos. No sé cuántos son los decibelios de estanqueidad que previene el nuevo Código de la Edificación español, pero en esos establecimientos el ruido no es un problema, es más bien parte del negocio. La forma de abordar la visita a uno de estos establecimientos es darle la vuelta a una determinada sordidez que pueden contener y tomarlos con una visión kitch y humorística. Son memorables los queridos "La Casita Blanca", que aparece en películas y en una canción de Serrat, el "Regás", más moderno y funcional, y "La Fransa", maravillosamente situado en la falda de la montaña de Monjuich, pero algo depasé.
Lo peor son los hoteles no tan modernos, suelen tener pardes que no frenan ni un decibelio y se tiene que recurrir al viejo truco de encender la tele y ponerla a tope de volumen, pero el problema es ¿qué programa ponemos? si se sintonizan las noticias, algunos spankers varones, no sabemos hacer dos cosas a la vez y nos cuesta azotar y ver el informativo a la vez.
Otra versión, que yo he practicado muy poco, es la de los azotes a cielo abierto, entre ellos me gustaría mucho colocar a la spankee sobre el capó de un coche, como he visto en algunos dibujos y allí proporcionarle unos buenos azotes.

Cometospk dijo...

Muy bueno lo de los informativos, Fer. Yo tengo una solución barata y provechosa aunque no muy decorativa. Como músico harto de molestar a mis vecinos, ante que pagar una insonorización de éstas modernas... pues recurro a las hueveras de cartón(recipiente donde se ponen los huevos de GALLINA, que luego no haya malentendidos).
Debido a las formas de sus cavidades el sonido no rebota, sino que mengua y mejora la acústica interior, aislándola del exterior. Eso si, hay que cubrir casi todas las paredes, o al menos el techo.
No es una idea muy decorativa, pero... ¡FUNCIONA!

Anónimo dijo...

Vamos allá...

A mi el ruido me pone un poco nerviosa, así que a veces estoy más preocupada por las posibles consecuencias que por los azotes, lo cual no es deseable.

Si se trata de mi casa, intento evitar las zonas más en contacto con los vecinos y utilizar las habitaciones más alejadas. Hasta ahora no he tenido ninguna queja, ni mirada aviesa, ni nada.

Si se trata de un hotel convencional, lo de la tele es una solución pero no me gusta, tal y como bien dice Fer, hay mucho spanker pazguato que se pone las noticias y se le va el santo al cielo (según dicen, los hombres no pueden hacer dos cosas a la vez). Estoy segura de que algún día alguien vendrá a llamarnos la atención, y ese día querré morirme, creo, lo mismo salgo con cara de inocente y consigo despistar al protestante. Chi lo sá!

Los hoteles guarritos o de citas no están mal, puedes campar a tus anchas sin llamar la atención y aunque al principio me hacían gracia -son como un parque temático- ahora los encuentro un poco sórdidos.

Las cabañas rurales son estupendas, creo que deberíamos organizar un encuentro ibérico-spanko en algunas de ellas, parecidas a las que organiza Shadow Lane, fin de semana de azotes y nalgadas.

Anónimo dijo...

Gracias a todos por sus comentarios. Hacer un encuentro spanko es mi sueño, y ahora que por estos lares se usan los hoteles temáticos, la idea de montar un lugar con varias cabañas o un hotel donde nadie se asuste por los azotes, protestas de spankees y amenazas spankeriles... sería una maravilla. Yo que ando en el ramo del turismo, pues... lo pensaré!! Gracias a todos por sus comentarios, y Mara, un beso especial para tí por tu aprecio, palabras y el empuje que siempre me das.
Ana Karen

herunor dijo...

Entonces, según lo leido, no existe ningún hotel ex profeso para encuetros de este calibre? Según tengo entendido, en otras localidades europeas son bastante más afortunados. Amsterdam por ejemplo, cuenta con los apartamentes de la diseñadora y modelo Absolute Danny, perfectamente adecentados para estancias vacacionales BDSM. Ya no hablar del castillo de OWK en la república checa.

Qué pena ir siempre a la cola de Europa!

Anónimo dijo...

Al menos en España yo no conozco ningún hotel adecuado especialmente para estos encuentros, a parte de los hoteles de citas como en Barcelona La Casita Blanca, Hotel Regás, La França, etc en donde no creo que les preocupe el sonido característico de una buena sesión de azotes