miércoles, 19 de diciembre de 2012

Lagrimas

Autor: Marita Correa

No suelo ser de lágrima fácil y odio que me vean llorar, incluso cuando estoy siendo castigada, intento evitar que esas lágrimas fluyan,  por muy severo que este siendo mi spanker o muy gorda que sea la falta cometida, me resisto a rendirme.  El odia ese orgullo y terquedad, no es que su objetivo sea hacerme llorar, pero si estoy en esa situación evidentemente es por mi comportamiento, y sabe que ese llanto puede hacerme mucho bien.    
Finalmente cedo y  las lagrimas empiezan a brotar de mis ojos, jamás lo hago por el dolor de los azotes, sino por mi sentimiento de culpa al darme cuenta de cuánto he decepcionado a mi señor. Romper a llorar,  me libera emocionalmente, calma mi ansiedad, me ayuda a crecer como sumisa y para mi spanker es importante,  porque es una clara señal de mi aceptación y de mi entrega,  y un signo inequívoco de que mi educación va por buen camino.


2 comentarios:

Maria dijo...

Sin palabras me has dejado porque tengo mi sensibilidad disparada.
Te aprecio mucho, Marita.
Y escribes de maravilla.
Besos.

marita correa dijo...

Ohma que tú me digas a mi,que escribo bien, me emociona, ya que no hago más que maravillarme con cada post que publicas. Todos pasamos por etapas malas y buenas, pero no se porque las malas duran más.
Sabes que el aprecio es mutuo y espero de todo corazón que el próximo año sea mejor para ti y te recompense por todo lo que has pasado en este.
Un besazo